martes, 14 de julio de 2009

Perseguido.

Abrí los ojos, estaba lejos de cualquier lugar conocido. Tardé un instante en recordar. Algo me habia sobresaltado. Un tenue rayo de luna atravesaba a duras penas la maraña de ramas muertas. Comprendí de repente donde estaba y que habia ocurrido. Desperte agazapado entre la maleza y traté de mantenerme en silencio. Apreté las mandibulas hasta que las sienes comenzaron a dolerme y traté de contener la respiración. Podia oir el silencio. Podia escuchar hasta los latidos de mi propio corazón. Tenía que decidirme rápido, seguir escondido o salir y continuar huyendo. Oía a lo lejos los aullidos de los perros y la batida que parecía acercarse a una velocidad asombrosa. Algo me hizo saltar de repente, supongo que fué el instinto. No podia pensar en nada. Todo estaba oscuro y tropecé con algo que no pude distinguir. Algo me golpeó en la frente y un resplandor me cegó momentaneamente. Todo se volvió blanco y en un instante un dolor sordo y seco se apoderó de mi cabeza. Me levanté tambaleandome y a duras penas traté de seguir corriendo hacia ninguna parte. Trataba de tantear con las manos para no tropezar con nada, pero volvi a tropezar con una rama caida y rodé por la ladera abajo. Un golpe me detuvo en seco y sentí una punzada de dolor en un costado. Comencé a sentir como algo caliente me resbalaba por la espalda. Intenté levantarme y el dolor me hizo doblarme de nuevo. Me llevé la mano al costado y noté como me habia clavado algo que parecia una rama. Aullando de dolor conseguí extraerlo. Traté de nuevo de levantarme y me detuve un momento para escuchar... De nuevo los perros y esta vez parecian mucho mas cerca. Corri a trompicones apoyando las manos en el suelo y me dejé resbalar colina abajo lo mas deprisa que pude. A lo lejos podia oir el rumor del agua. La vista se me acostumbraba poco a poco a la oscuridad y a duras penas podia distinguir oscuras formas de los troncos mientras descendía casi a ciegas. De pronto la pendiente se convirtión en un pequeño llano y el sonido del agua se hizo aun mas fuerte aunque no podía acallar al que hacian los perros. Me detuve un instante para recuperar el aliento y acomodé un poco la vista a la oscuridad. PArecía que cada vez se acercaban mas, casi me parecía verlos aparecer de un momento a otro entre los arboles. No me cogerian, puedo jurarlo, no mereceria la pena el esfuerzo para dejarse atrapara ahora. Seguí avanzando a ciegas y el sonido del agua se hizo cada vez mayor, sonaba con furia, como una enorme cascada, pero ensordecida por la distancia. De pronto entre la oscuridad noté como terminaba el llano y se abria lo que parecia un precipicio, no podia ver la altura por la oscuridad pero el agua sonaba con fuerza, con una fuerza que daba miedo. Si, miedo, por primera vez comencé a tener miedo. No podia avanzar mas y a mi espalda podia escuchar claramente los ladridos de los perros y los gritos de los guardias. Dudé un instante y escuché un disparo, vi el resplandor claramente entre los arboles y entonces lo decidí. No me atraparian, no habia llegado hasta aquí para rendirme. No me dejaria atrapar. Mi vida vale solo lo que yo quiera pagar por ella, si no puedo vivirla no merecerá la pena... Reuní todas las fuerzas que pude y corrí hacia el borde,no lo pensé, salté y crei flotar durante un instante. Todo cobró sentido, comencé a comprender, recorrí mi mente y fui consciente de todo lo que habia vivido y sentí que merecía la pena, noté el aire frio en mi cara y solo pensé que la vida, contigo, había merecido la pena...

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